sábado, 30 de enero de 2010

Séptima Etapa: La Paz - Cochabamba - Santa Cruz de la Sierra - Pocitos.

Me confundí con La Paz, es interminable, hacia arriba y hacia abajo, donde uno mire hay La Paz, y en medio de ese inconmensurable tamaño, hay autos. Los peores conductores y peatones del universo, incluyendo Perú. Tuve que quedarme haciendo tiempo hasta que se despeje la ciudad. Terminé saliendo a las 23hs. Con rumbo a Cochabamba. La Paz son dos ciudades, El Alto y La Ciudad, propiamente dicho. En ambos casos se comparte el caos vehicular y una frenética forma de conducirle el peatón. La metrópoli tiene algo muy particular, es una inmensa feria. Para mi sorpresa, los paceños además de sus comercios en locales, tienen una increíble actividad feriante donde se consiguen ropas, comida, cerrajeros y seré injusto en el relato, porque hay una infinidad de rubros más. En La Paz los juegos en red son un boom, especialmente el Warcraft y uno de matar zombies. Al igual que acá hace un par de años, la ciudad está llena de Cyber y todos atestados de mugrientos jóvenes. También está de moda la ropa militar. Pareciera un suburbio argentino hace un par de años atrás. Lo mejor de La Paz se lo guardó para la noche, cuando saliendo de la ciudad pude ver en su magnitud ese increíble valle cooptado por un mar de luces que mezclaban La Ciudad con El Alto. Atrás quedó el puente de 4 carriles que fue invadido por puesteros y ahora sólo se puede usar un ridículo carril, haciendo imposible la no existencia de tráfico. Como odié los colectivos bolivianos, como los odié.

Al llegar en la mañana a Cochabamba me encuentro con una ciudad muy pintoresca, atrás quedaba la ruta que tiene señalización sin pintura reflactante, y muchos kilómetros siendo encandilado por las luces de otros. Cansado, cambio mis últimos pesos para llenar el tanque y desayunar a la vera de la hermosa plaza central, un café con leche y crema que me hizo desear que no se termine más. Exquisito. Un par de fotos por ahí y un reverendo hijo de puta me recomendó un camino mientras cargaba diesel. Me dijo que la ruta nueva estaba anegada por las crecidas de los ríos, y por eso que tome la vieja ruta 7. Se lo agradecí!! Sin saber que esa ruta luego de un camino y un paisaje encantador, me deparaba 100km de ripio, piedras y lodazales. Como lo insulté a ese playero garca, ojalá toda la vida tenga que vivir pegado a ese surtidor. Casi al final de ese camino interminable, un rudimentario peaje hecho con una cadena que corta la ruta y un flaquito que la levanta o baja si terminaste de pagar, me detiene en el camino. Un muchacho desde la punta de la cadena me dice 15 bolivianos. Yo le explico que no tenía más plata, que los peajes hasta allí habían sido de 30 bolivianos y no esperaba que fuera tan caro circular en un país que a priori debía ser barato. El muchacho insiste con los 15 bolivianos y arremeto asegurando que no los voy a pagar. En eso, otro muchacho se acerca a la conversación (que no era amable, ciertamente), y mientras se acomoda una destruída campera de la policía local, me insiste con los 15, corta los tickets de pago y la suma eran 7 bolivianos. Reitero mi explicación y al pedirme documentos, el disfrazado de policía me ve unos pesos argentinos. Ahí pide que le deje esos, eran 12 pesos. Yo al notar que guardaba un arma en el bolsillo, desistí la intransigencia y terminé pagando esos 12 pesos. Me voy a las puteadas y me convencí que a Bolivia no la voy a extrañar cuando se terminen mis vacaciones.

El camino recomendado era interminable. Para hacerlo ameno, me puse a jugar con el auto sobre la montaña en un camino ya asfaltado. Probar a que velocidades el auto se ponía inestable, hasta donde empezaba a darme miedo, así fui conociendo ese sinuoso camino. Tiempo después, lugareños en sus Toyota Corolla noventosos entienden que mi conducción era con la intención de desafiarlos y se arma una especie de carreta en las montañas. Por suerte al ser tramos cortos con el Palio y su turbito, nos alcanzó para palicear a los lugareños. Fueron como 30 kilómetros, hasta que el camino se volvió muy malo y desistí de continuar. Cerca de las 22hs llego a Santa Cruz, una ciudad que a diferencia de La Paz, acá la gente si frena en los semáforos en rojo. También con coches importados, pero otro nivel, ya no son los usados de Japón los que inundan las calles, sino que hay Corvette, Mustang, Hummer, muchos cabriolets y todo elemento que permita ostentación. Santa Cruz es mersa, los ricos de allá son mersas, con autos ploteados de escaso valor estético, con luces de neón hasta en la chapa patente. La ciudad está creada en la órbita de 4 avenidas de circunvalación, los anillos. Hay muchísimas farmacias, si fuera desconfiado, diría que se trata plata por drogas… y la farmacia, la pantalla. Shoppings, estaciones de servicio enormes, supermercados, todo lo que una ciudad grande como La Paz carece. Pero lo cierto es que en la parte pobre de Santa Cruz, hay puesteros que invaden las veredas y las calles como sucede en la surrealista La Paz. Pero sólo en la parte pobre. Esa misma noche comí un choripán con sabor a salchicha y tomé una Coca. Luego me conecté a Internet y Daniela llamó a casa para que mi vieja me enviara plata por Western Union a Santa Cruz, es que la ruta vieja me había vaciado el tanque y no tenía forma de llegar a Argentina. Al día siguiente, luego de hospedarme en el Palio Plaza, cobré y salí de esa ciudad, en el intermedio hasta la Aduana de Pocitos, tuve 50bolivianos de peaje y 6 negaciones a pagar a los policías que me paraban por tener chapa Argentina. En todos los casos, la tarifa eran 10bs. Y no aceptaban mi negación a pagarles. Los últimos casos, ya molesto, respondía que en Argentina el dicho dice que la coima no da recibo… justamente lo que la policía de acá, no puede darme.. Teatralizando, en un puesto policial me quito los anteojos y seriamente respondo ¿me está pidiendo que participe en un acto de corrupción? El policía, pálido, me deja seguir viaje. Ya sin un solo peso boliviano, me quejé en el último peaje sobre la corrupta policía que, supuestamente, me había quitado la plata. Visiblemente incómodos, me dan el ticket de peaje que eran otros 15bs. Más. Así llegué a la frontera con Argentina. La ruta es buena, pero tiene muchísimos animales sueltos, de noche debe ser un verdadero peligro.

Adiós Bolivia, me puso feliz ver tanta obra pública y privada, efectivamente el segundo país más pobre del continente, se está levantando. Ojalá que siga una senda de desarrollo que le permita superar las miserias actuales.

Como detalle, en Santa Cruz me detiene la policía por tener vidrios polarizados. Es que allá requieren un permiso especial. Ante mi insistencia de no tener plata para poder continuar camino, el policía me sugiere que quite los film. Yo aseguré que estaba loco, que son carísimos. Entonces el policía me pregunta donde tenía la plata y le respondo que en Western Union. Asi que abre la puerta del auto y se mete... si, se mete!. Me dice que lo lleve allí, para ver si podíamos solucionar el problema. Haciendo como mi viejo, me puse a hablar de mil asuntos, todos en contra de Bolivia y para peor, comparándola con Chile. Mientras, lo paseaba por la ciudad que empezaba a levantarse. Ya irritado, el policía me pregunta donde está ese local. A lo que frené 100mts mas adelante y le indiqué cual era. Ya alertado, lo llevé a uno que abría a las 10. El policía en servicio lógicamente no podía esperar 2 horas. Así que me pidió que lo retornara y se fue sin coima alguna.





















9 comentarios:

  1. Jajaja, no te puedo creer lo del paseo con el policía, te tienen que haber hinchado mucho las pelotas para llegar a actuar así o negar pagar cada vez, jaja

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  2. ya se esta terminando esta aventura,t voy a tener(feliz yo)en casa,pero voy a estrañar leer como va cada uno de tus dias.cuan orgullosamente ancha me siento cada ves q paso a alguien el dato de corretealpaca.com.ar,xq se q m van a hablar maravillas de tu viaje,escritura,redaccion y todo lo q decidiste encarar t amo mama¡¡

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  3. Qué bueno Ivan que ya estás llegando!!! Igual creo que corretealpaca todavía va a tener muchas más aventuras para contar. Faltan las fotos ahora.
    Un saludo de todos los que te seguimos en esta experiencia acá en casa

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  4. Ullllltimo Momento:!

    Quedé varado en Santiago del Estero.

    Ampliaremos.

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  5. Cuanta corrupcion, che!! Que suerte que no hayas perdido los estribos!!

    Cuidate mucho!! :)

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  6. Iván, por el tono en que lo decís o ya nada te afecta, o no es tan grave, jaja

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  7. Yo creo que a estas alturas nuestro amigo ya no se "horroriza" con nada.

    Todavia varado en Stgo del Estero? :(

    Yo no hubiera podido soportar ni una octava parte de las dificultades que pasó en este viaje... que templanza, che! Admirable! :)

    Abrazo!

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  8. Jajajajajaja!
    "¿Me está pidiendo que articipe en un acto de corrupción?"
    Qué capo.

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  9. Ay dios. Esa de los anteojos que citó Diego arriba, me mató
    xD

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