viernes, 15 de enero de 2010

El Punto de No Retorno.

Antes que nada, si alguien va a ir a Bolivia o Brasil, deberá tener en cuenta que se tiene que poner la vacuna contra la fiebre amarilla. La misma tiene una duración de 10 años y no se la pueden colocar alérgicos al pollo o el huevo. Los menores de 1 año y los mayores de 60 deben tener un chequeo médico con antelación a la dosis intravenosa. El trámite es gratuito en Terminales de Ómnibus y en la Dirección de Sanidad de Fronteras, (Ing. Huergo 690, San Telmo de 10 a 15hs.); T.E.: 43431190. Allí se les dará un certificado internacional que se les pedirá en Aduana, así que traten de fotocopiarlo y guardar la copia en casa. Los centros de vacunación privados, tengo entendido, que no expenden el certificado internacional.

Estos días me dediqué a reconocer la ruta aunque sea por mapas y fotos. Creo que no voy a poder pasar por Chile en una sola jornada, por eso seguramente busque alojamiento en Atacama o Iquique, dependerá del tiempo que me tome cruzar la frontera, la aduana y las altas cumbres. Todo parece indicar que Iquique si bien es una zona franca (libre de impuestos, ideal para comprar todo por 2 pesos), no cuenta con hostels (hoteles de habitación compartida y privadas que dan desayuno y en algunos casos, cena). Ante esto, seguramente opte por Atacama que presentó cómodas habitaciones por USD 16. Estas averiguaciones se deben a una página muy bien recomendada, se trata de http://www.minihostels.com/ Donde uno podrá elegir la ciudad y el programa se encarga de devolvernos una respuesta con una buena cantidad de hostels, dirección, contacto, servicios, comodidades y precios! Impresionante.

Eventualmente, cada jornada cumplida tendré actualizada la travesía con los datos que pueden llegar a servir, como costos de alojamiento, gasto de combustible, peajes, alimentos, usos y costumbres. Además, de mis relatos de vivencias.

Dicho lo importante. Sólo queda elegir que ropa llevar, no quedan más trámites, no queda más tiempo para juntar dinero, ni de buscar alojamiento… No queda más que la travesía en sí misma.

“El punto de no retorno” era límite donde una misión aeroespacial dejaba de ser abortable. Superado ese punto, la misión debía realizarse sin mayor miramiento. Creo que hoy alcancé ese punto. El martes corrí para llegar a tiempo a vacunarme, la enfermera nos explicó las contraindicaciones y nos exigieron el DNI, indispensable para ser vacunado. Hoy jueves, viajé a La Plata para que un amigo me ayude a instalar todo el paquete de mapas de Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Además, buscamos la solución a una rotura en el sistema de anclaje de mi butaca, que me generó más de un dolor de columna esta semana. Volver de La Plata con la butaca en su correcta posición… fue un placer. Sobre la autopista me encontré que el cambio de cubiertas había desalineado mi tren delantero, así que mañana sin falta lo llevo a alinear y que sea una seda el conducir el Perlita.

Me preguntaron si tenía ansiedad, lo cierto es que ya no. Cuando conseguí la vacuna contra la fiebre amarilla comprendí que estaba todo dicho, que el viaje ya había empezado. Y la ansiedad se disipó. Ahora tengo una profunda concentración de no cometer errores, de recordar que debo guardar los cargadores del celular, de la cámara digital, del GPS, de elegir las remeras, buscar las camperas, de planchar los pantalones, de verificar que tengo la plata en la billetera. No quedan responsabilidades hasta dentro de 15 días. Efectivamente el viaje empezó antes de salir, y me di cuenta porque rompí el imperio de la rutina en mi vida, en nuestras vidas, si quisiera desafiarlos..

Ahora hago público este blog, quiero agradecer la asistencia de Daniela por enseñarme a crear un Blog, de los chicos del Club del Palio que me dieron muchísima buena onda y además consiguieron a Irnia, a Alfonso que transpiró la vida por arreglar esa butaca, al Cónsul Ponce que me prestó unos billetes cuando toda la misión se desgranaba por culpa de una compañía financiera inescrupulosa e incompetente (GE Money), y a Oscar F. que fue el primero darme un incansable aliento a realizar el viaje, respondiendo hasta el más mínimo detalle.

Espero que el Blog cumpla dos funciones, la primera, que sea útil para quienes deseen hacer una travesía similar, quizás que no sea necesariamente al Perú, pero que sepan que seguros, que trámites, que peripecias y consejos se van a encontrar. La segunda, que sea una hoja de ruta que entretenga a mis seres queridos, amigos, conocidos o gente que de casualidad llega hasta acá. Y especialmente espero que el viaje me permita conseguir una foto digna para aquel marco de fotos vacío que se guarda en el placard de Andalgalá. Que sea el impulso de todo lo que no hice.

A partir de ahora, la única responsabilidad que tengo es llegar a donde nadie me espera…





(La foto supone un "Chau"=)

4 comentarios:

  1. Mucho huevo supone emprender este viaje. Y mucha gratificación ver que se empieza a concretar.
    E interpela al desafío...
    Buen viaje, y no te deseo algo porque sea lo que fuere, se va a quedar corto...

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  2. Veo una Asuka conocida ahí xD

    Saludos a las alpacas! Besote y mucha garra!

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  3. Interesante... Lo unico que te puedo decir es...
    ¿Cómo te pudiste olvidar los alfajorcitos de maicena en casa de Deja Vu?
    Bueno, allí te estarán esperando cuando vuelvas.
    Mucha suerte en su viaje, señor!

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