lunes, 1 de febrero de 2010

Octava Etapa: Salta - Buenos Aires

Quedando atrás Bolivia, el paso fronterizo de Pocitos fue accesible. Se revisa el equipaje en esos escaners que se ven en los aeropuertos, se sella la salida de Bolivia y el ingreso a Argentina. Es una aduana binacional, asi que por suerte no hay que caminar demasiado. Sólo restaba la revisión del auto, me toca el turno y cuando voy a darle arranque, el Perlita se declara agotado. No había forma, en realidad, no tenía forma. Porque sabemos, yo sé tanto de mecánica como Utilísima Satelital. Ante lo irremediable, apelé a lo irracional… le hablé al noble Perla… “no me dejes ahora, mirá cuanto viajamos… un poquito más y ya estamos en Argentina”, voy a comprarme agua, agrego aceite al auto, le agrego agua también. Doy arranque y nada… Le recrimino que gasté la plata de mi cena y aún así no quería encender… Minutos después y sin mediar más palabras que un “vamos por favor”, el auto arranca. Se lo agradecí y minutos después, previa “chapeada” de mi condición de “Asesor Político en la Embajada…”, tenía lista la alfombra roja de ingreso a, el que dicen, mi país. El trámite me demoró 1 hora. Pero seguía muy retrasado por aquella malograda vuelta de Cochabamba a Santa Cruz de la Sierra. Esa mala ruta me había hecho vaciar el tanque y retrasado mediodía de viaje.

Ya en Salta un control de Gendarmería me detiene, llaman al perro y empiezan a revisar de punta a punta mi mugriento auto, de buen humor, consulto que hace el perro cuando detecta drogas: ¿llama a sus amigos?, y entre carcajadas, me responden: “no, rasca el lugar, desesperado”. Y cierro con un “ah, pensé que sería más divertido”. Empieza el cuestionario y vuelvo a chapear mi relación de dependencia laboral, a lo que me extienden un informe detallado de la revisión, para “no ser molestado” en otras dependencias de Gendarmería. Agradezco y me voy con rumbo a Salta. Con unos pesitos en mano decido parar a comer, pero me fui de mambo y di una panzada con pizza, helado y gaseosa. Ya pesado y remolón, pagué los 3 pesitos y me pegué un baño en una YPF llena de camioneros. Ni jabón tenía (me lo olvidé en Perú, en Aguas Calientes), Pero improvisé uno con cachitos de jabón y mucho shampoo. Fresco pero con la misma ropa sucia, me recuesto a dormir en el auto y despertar al día siguiente. Continúo viaje hasta Salta, sumamente coqueta, exalta la figura del eterno Güemes, y allí recuerdo a Jujuy.. Jujuy resaltaba al aborigen, Salta resalta al caudillo. No se porqué, pero Jujuy sumó un puntito que no había prestado atención. Para no generar discordias, mis honores (que igual son pocos) al noble Güemes también. Salta es una ciudad grande, pintoresca y que quiere olvidar sus costumbres para dar paso a ser una metrópoli turística pero no necesariamente por su condición telúrica, sino por sus restaurantes especializados y turismo “deportivo”, en cierta medida, el “turismo autóctono” en Salta va perdiendo su vitalidad, o por lo menos, la ciudad no está interesada en exponerlo en toda su magnitud. Si no estuvieran las montañas de fondo, Salta puede estar en cualquier lugar. De a poco se va despojando de algunas características coloniales que eran indisolubles a mi imagen de Salta antes de conocerla. Costó, pero conseguí algunos obsequios para traer a Buenos Aires. Dejando Salta, la muy linda atrás, llegó el momento de llenar el tanque del Perla, pero me encuentro que por ser temporada de cosecha el Diesel es un bien escaso. Sin más alternativa, termino cargando combustible “Premium”, y ahí el raquítico poder económico se venció y pedí asistencia a mamá para que me envíen un depósito vía Western Union a la ciudad más próxima. Esta era Santiago del Estero.

Santiago fue la primera ciudad argentina, bautizada Madre de Ciudades, se nos presenta ordenada, pequeña, y plagada de motos como Vietnam. Su mejor característica es que no hay forma de encontrarle la vuelta a la “onda verde” de los semáforos. Increíble, en todas las esquinas hay que frenar. Bueno, ya en la capital me dirijo al único Western Union abierto el sábado por la tarde, confirmado el depósito que garantizaba mi llegada a Buenos Aires, me encuentro que el sistema se había “caído” y que no había forma de conseguir mi dinero, ante mi insistencia de realizar el trámite telefónicamente, baja de los cielos el Gerente del Supermercado Chango Más, y me indica que allí hay procedimientos, y que hacer el trámite por teléfono, no era uno de ellos. Por mi parte, insisto en que llamen por teléfono a WU, que era WU y no el número de mi casa. Pero el Gerente se mantiene impávido y reitera eso de los “procedimientos”. Abatido, le doy la mano y me retiro, pero pinchándolo, le digo que sólo quería la plata para poder bañarme, que desde Puno, Perú, no tomaba un baño como correspondía, que quería usar ropa limpia. Pero bueno, me fui derrotado. Compré una hamburguesa riquísima por seis pesos y de casualidad vi en el GPS que Santiago del Estero tenía un río que la atraviesa, sin más, fui a la costanera e intenté dormir en el auto. Sin embargo la sed me despertó y recurrí a un cúmulo de monedas que tengo en el auto, reservadas para casos extremos. Minutos después, estaba atragantándome de agua helada. Que felicidad!, ya no me importaba la tierra, estar varado en Santiago. Sólo me importó tender la toalla en la vera del río y dormir fresquito. Me desterpé tipo 4am, y fui a recostarme en el auto. 8:01 estaba en la puerta del supermercado para ver si había sistema. Me informan que WU operaba desde las 9. Asi que tomé esa hora para lavar el auto. 9.00001 estaba nuevamente en WU y como 15 minutos después tenía mi plata en mano.

Vine directo a Buenos Aires, llegué 20.45 y considerando el retraso que me generó una lluvia a baldazos desde mi salida de Santiago hasta casi llegando a Rosario. El viaje se iba terminando y se sumaban casi 9500 kilómetros. Ya les escribo desde mi escritorio, bañado, con uñas limpias y cortitas. El viaje me regaló 6 kilos menos y un bigote que es una vergüenza, lo único positivo es que pareciera un homenaje al increíble Cantinflas. Mañana se cierra el relato con el abrazo de mamá , papá y la silenciosa presencia de Elbio, que no dijo nada, pero prestó atención a todos mis relatos. En la semana iré subiendo las fotos a las respectivas notas que escribí. Y seguramente realice alguna conclusión del viaje. Ahora a dormir que mañana vuelvo a trabajar.


















11 comentarios:

  1. Por fin! Welcome back, Ivan!!! :)

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  2. Uhh... al final, ¿hablar con el coche sí da resultados? xD
    Y no sé porque, pero me imaginé que vos sacaste tu chapa de "diplomático", al estilo de "Soy Bond, James Bond"...

    @ la nota anterior: JA! ALTA corrupción che! Y me rei del cana que se subió a tu perlita, y comodamente dice "bue, vamos al WU" jAJAJAJAJAJA...Que negro hdp!! Bue, para la prox. acordate de poner los seguros en las demás puertas! :P


    Y que gran suerte que 2 grandes personas te sacaron del apuro durante tu viaje! :)

    Mingo

    PD: Ha sido todo un placer leerte durante éstos dias.

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  3. Iván, no me queda más que felicitarte por el viaje. Qué bueno que ya estás sano y salvo acá.
    Como dice Mingo, un placer leer este blog.
    Abrazo.

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  4. Como dijeron los chicos un placer haber leido este blog. Y la verdad, que me imagino que en el Club del Palio vas a ser un ídolo.
    Ahora esperamos las fotos y los comentarios
    Bienvenido

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  5. Todo un best seller bloguero. Te felicito,negrito. Tarde mi leida por tu aventura, pero valió la pena.

    Espero verte pronto^^

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  6. Recién tuve un momento para poder leer tu travesía, excelente relato y por todo lo que contás fue inolvidable (tanto en lo bueno y espectacular, como en "lo malo" o bizarro).
    Muy bueno che, espero las fotos!^^

    Erizz.

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  7. sucio muy sucio con gorro coya celeste y blanco llego ivan y me hizo pegar un grito de alegria,30 seg antes lo llame y me dijo q estaba con 1 nuevo problem en rosario ,x logica grande fue mi sorpresa al verlo lagrimas y regalos hasta casi las 3am felicidades x tu experiencia t amo

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  8. Qué bueno poder leer el "de vuelta en casa"!
    Bienvenido, realmente es una travesía para no olvidar, por todo lo bueno y lo malo (bizarro) vivido.


    Salute amigo!!!

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  9. Q HACES ANIMALLLLL!!!!!!!!!!!!!!! soy tu mochilero amigo augusto jajaj antes q nada muchas gracias x detenerte ante mi pulgar en susques, m salvaste la vida y a fede y roci tmb xq sino no llegabamos ni a palos a MP x tiempo y plata mas q nada...
    como ya t conte nosotros fuimos un dia dps q vos, pero solo yo hice la caminata d hidro a aguas calientes d noche bajo lluvia y con el rio sobre los tobillos, pero el pasar ultimo a MP antes q lo cierren y bajar a la tarde a pesar d la amenaza d derrumbe d su puente lo paga todo (derrumbes d via en bolivia, kedarme sin camion q m lleve en jujuy y paro en peru)... ni t digo d verlo dsd el helicoptero q nos saco d ahi 5 dias dps, eso m saco la espina d no poder subir al wayna...
    la verdadera tragedia como comentaste la sufrieron las flias peruanas xq nuestra vida en aguas calientes era a puro mate truco y futbol (tmb la escondida y digalo con mimica jaja); en fin para terminar d flashearla estuvo el viaje en hercules Cusco-Lima-Baires y el recibimiento con camaras d tv en aeroparke...
    recuerdo imborrable: la birrita contemplando el ocaso en el Pacifico, hablando d la vida, d velez y RIVER jaja... imborrable tmb x lo inesperado d viajar x chile a ultimo momento.
    abrazo gigante y seguiremos charlando.

    AUGUSTO

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  10. Augusto, Hay que hacer un asado. allá o en mi casa, pero hay que hacerlo. Gracias por recibirme vos y todos los chicos, me hicieron sentir uno más del grupo.

    Un abrazo enorme, y que gran anécdota para contar.

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  11. Estoy terminando de leer las anecdotas, que buen viaje! muy divertido, para mi...
    Pero por favor sos un pato criollo, un peligro para vos mismo!! no salgas nunca mas de tu casa!!
    Tomalo como un aviso de Dios, No quiere que viajes!

    jjejejejejeje

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